¿Se entrega el editable al cliente?
La respuesta es SÍ. La respuesta es NO. Depende completamente de los términos que se han estipulado en la contratación del servicio.
Usualmente, el archivo por el que nos contratan es el archivo final.
Entregar el editable es como traspasar todo el tiempo que invertiste en una idea, ya que la propiedad intelectual de dicha obra no es de quien la paga, sino de quien la realiza. Sería el equivalente a decir que si nos contratan para hacer un pastel deberíamos entregar al final también los utensilios que ocupamos para su elaboración.
Pero el tema en el que debemos centrarnos no es solo el de propiedad, es en el valor que tienen estos archivos. Es decir, no debemos cerrarnos completamente a la posibilidad de entregar nuestros archivos fuente, pero lo que sí debemos considerar es el tiempo que invertimos en ellos además de las posibilidades que amplían al cliente para no volver a requerir de nuestros servicios.
Con los editables podemos modificar una obra y generar diversos productos a partir de ella, entonces tiene un precio mucho mayor que el del producto final. Y eso es lo que debemos de tener presente al negociar la entrega o no de éstos.
No se trata de tener miedo sobre si nuestro cliente nos seguirá contratando o no para realizar modificaciones, pues usualmente este temor es el que hace que nuestras negociaciones no sean efectivas y terminemos aceptando clientes que serán un dolor de cabeza al momento de pagar. Se trata únicamente de saber establecer un precio justo a lo que se va a entregar. Si es por archivos finales será uno, si es por editables será otro; pues estarás aceptando con este trato que toda la posibilidad de realizar ampliaciones al proyecto ya no caerá por inercia en la prestación de tus servicios.
Ahora, miremos el otro lado de la moneda. Cuando trabajamos un arte para nuestro cliente, debemos tener presente también que no lo estamos haciendo por cuenta propia, es por encargo y además será remunerado. Así que también podríamos considerar que el uso y goce del producto es de quien lo paga.
Así que al final del día, la decisión es tuya. Ahora que sabes qué implica entregar los archivos fuente, lo único que te sugerimos es especificar muy claramente en tu presupuesto qué es lo que vas a entregar al final y poner un precio justo tanto para tu cliente como para tu trabajo.
¿Y tú qué opinas?
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